Amparo Inés Osorio
(Bogotá, 1951). Poeta, narradora, ensayista y periodista. Ha publicado los libros: Huracanes de sueños (1983-1984); Gota ebria (1987); Territorio de máscaras (1990); la antología La casa leída (1996); Migración de la ceniza (1998); Omar Rayo, geometría iluminada (entrevista, 2001); Antología esencial (Común Presencia Editores, Bogotá, 2001); Memoria absuelta (Universidad Nacional de Colombia (Bogotá, Colombia 2004); Memoria absuelta (Lustra editores, Lima, Perú 2008); la antología Estación profética (2010), Grandes entrevistas de Común Presencia (coautora, Premio Literaturas del Bicentenario, Ministerio de Cultura de Colombia 2010; Común Presencia Editores, Bogotá, Colombia, 2010); Oscura música (Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2013), la novela Itinerarios de la sangre (Común Presencia Editores, Bogotá, 2014) y La caída interior (Común Presencia Editores, Bogotá, 2017; libro nominado en 2020 al Premio Nacional de Poesía convocado por el Ministerio de Cultura de Colombia). Varios de sus poemas y ensayos literarios han sido traducidos al inglés, francés, alemán, árabe, rumano, ruso, portugués, húngaro y sueco.
Poemas de Amparo Inés Osorio
Flor húmeda
Reza de noche para que no despiertes,
de repente, famoso.
Ana Ajmátova
El verano todavía está lejos
y en las aceras como en las arterias
pervive intacta
la flor de la llovizna.
Háblame de los desposeídos y
de los invisibles.
Quiero cifrar mi fe en el eco
de tu melancolía.
Bitácora
Un sol de exilio alumbra estas pisadas.
Vengo de un país de llovizna permanente
y estoy triste
al mirar estas hojas
de un verano que nunca será mío.
Evoco risas,
bellas palabras
que alzaron catedrales de ternura,
canciones que mecieron mis ojos
bajo los puentes del amor
algunas cartas
y una paloma siempre ensangrentada
del otro lado del río.
Cuando mañana
Cuando el hastío
suba a tu piel
y una gitana lea tu mano
en las orillas
de una ciudad angustiada
y nada diga,
cuando en el aire lloren
tus inmóviles sueños
y en vano intentes
asir un rostro
un perfume
una memoria…
cuando huyan un día las primaveras
—huirán—
y olvides las palabras,
y olvides la palabra,
la mágica,
que usabas para el fuego,
cuando nadie
cuando sólo
cuando mañana…
no escuches los violines
del otro lado de la niebla,
caerá sobre ti sin esperanza
la orfandad de los astros.
Mapa interior
A Alfredo Fressia
Como el viajero
que no llega nunca
a ninguna estación
porque la lluvia siempre
lo detiene
sigue tu viaje.
Ya no te quedan
sino la voz de los ausentes
y un puñado
de cenizas amadas
que contienen lo mejor de tu vida.
Como el viajero
debes saber
lo inútil del regreso.
Ya no insistas.
¿A qué volver a Ítaca
si Homero va en tu sangre?