Conmemoración del natalicio del poeta Raúl Gómez Jattin: El dios que adora – Poemas de Raúl Gómez Jattin
Con el apoyo del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, cinco ciudades colombianas celebran los ochenta años que cumpliría el poeta Raúl Gómez Jattin (Cartagena, 1945-1997). Todas ciudades por donde su voz se dejó oír en vida, y sigue sonando a través de la lectura de su obra. En Medellín, Montería, Cereté, Cartagena y Bogotá, se llevarán a cabo conversatorios, mesas redondas, lecturas y actividades abiertas al público, con la presentación del reciente libro El dios que adora-80 años de Raúl Gómez Jattin junto a los autores de los ensayos, crónicas y artículos académicos que integran este título, publicado por Ulrika editores, y un audiovisual sobre la vida y obra del poeta, refrendando su vigencia.
Sus libros publicados en vida:
POEMAS (publicado en 1980)
RETRATOS (escrito en 1980, y entre 1983 y 1986) :
AMANECER EN EL VALLE DEL SINÚ (escrito entre 1983 y 1986) :
DEL AMOR (escrito entre 1982 y 1987) :
-Los cuales conforman el Tríptico Cereteano– publicado en 1988
HIJOS DEL TIEMPO (1989)
ESPLENDOR DE LA MARIPOSA (1993)
Póstumos:
EL LIBRO DE LA LOCURA (2000)
LOS POETAS, AMOR MÍO (2000)
ACERCA DE EDIPUS (2018) (escrito aprox. en 1988)
Otras publicaciones:
R.G.J. ENTREVISTAS, EVOCACIONES & 7 POEMAS INÉDITOS (Letra a Letra, 2018)
QUÉ TE VAS A ACORDAR ISABEL – POESÍA COMPLETA (Uniediciones, 2018)
Este homenaje es un reconocimiento a la importancia de su obra, con la presencia de destacados autores y autoras invitadas, de distintas regiones del país: Beatriz Vanegas Athías (Majagual, Sucre), Gloria Posada (Medellín, Antioquia), Milcíades Arévalo (Chía, Cundinamarca), Fabio Jurado (Bogotá DC), Juan Carlos Moyano (Bogotá DC), Irina Hernández (Montería, Córdoba), Joaquín Mattos Omar (Barranquilla, Atlántico), Fernando Linero (Santa Marta, Magdalena), Gustavo Tatis (Cartagena, Bolívar), Rómulo Bustos (Cartagena, Bolívar), Mauricio Contreras (Bogotá DC), Estudiantes de la Universidad de Córdoba, Estudiantes de la Universidad de Cartagena, Estudiantes de la Universidad Nacional, y Estudiantes de la Universidad Externado. Conducen: Lucía Estrada (Otraparte-Medellín), Orlando Gallo (Otraparte-Medellín), Arnoldo Peinado Méndez (Docente Universidad de Córdoba), Esteban Vega (Docente Universidad de Cartagena), Anastasia Belousova (Docente Universidad Nacional), Diógenes Fajardo (Director Departamento de Literatura U. Nacional), Guillermo Donado (U. Externado- Coordinador Agenda Cultural),
La Biblioteca Pública Piloto, de Medellín, la Universidad de Córdoba en Montería, el Cementerio de Cereté, la Universidad de Cartagena, la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá y la Universidad Externado, serán las sedes de estos encuentros en torno a la palabra y la revisión de su obra, donde se obsequiará el libro durante las actividades programadas.
Raúl Gómez Jattin vivió su infancia en Cereté, un pequeño pueblo al norte de Colombia. Fue educado en varias poblaciones entre Cereté, Montería, y Cartagena. Termina su bachillerato a la edad de 19 años, en Cartagena, siendo profesor de historia y geografía. A los 21 años se trasladó a Bogotá donde estudia derecho en la Universidad Externado de Colombia. Allí, aparte de sus estudios se interesó por el teatro, participando como actor en varios montajes y haciendo adaptaciones de distintas y trascendentes obras literarias, por ejemplo de Los Acarnienses, de Aristófanes. Destacándose como dramaturgo y actor y en el ambiente cultural. Dedicándose a escribir, abandona sus estudios de derecho y se va alejando de los grupos del teatro, desolado por el fracaso de algunas presentaciones, y comienza a pasar varias temporadas entre clínicas mentales y hospicios. Publica su primer libro de poemas a los 35 años, después de vivir ocho años en Bogotá.
Poemas de Raúl Gómez Jattin
Si las nubes
Si las nubes no anticipan en sus formas la
historia de los hombres
Si los colores del río no figuran los designios del
Dios de las Aguas
Si no remiendas con tus manos de astromelias las
comisuras de mi alma
Si mis amigos no son una legión de ángeles
clandestinos Qué será de mí
Intentas sonreír
y un soplo amargo asoma
quieres decir amor y dices lejos
ternura y aparecen dientes
cansancio y saltan los tendones
Alguien dentro del pecho erige soledades
clavos
engaños
fosos
Alguien
hermano de tu muerte
te arrebata te apresa te desquicia
y tú indefenso
estas cartas le escribes
Yo tengo para ti mi buen amigo
un corazón de mango del Sinú
oloroso
genuino
amable y tierno
(Mi resto es una llaga
una tierra de nadie
una pedrada
un abrir y cerrar de ojos
en noche ajena
unas manos que asesinan fantasmas)
Y un consejo
no te encuentres conmigo
Memoria
Más allá de la muerte y sus desolaciones
que perviven intactas como la vida misma
hay un sol habitado de palomas y árboles
que guarda tu futuro en mitad de mi infancia
Joaquín Pablo mi viejo niño y amable
la edad nos confundió y nos separó dolidos
en mañanas de Mayo esperando la lluvia
y en las horas del brillo y las escaramuzas
de los gallos de riña entre los matorrales
Hay un silencio grave parecido al olvido
que me nubla mis ojos y quiebra mi garganta
en tus voces que guardo como una tibia sábana
para el frío de los años y la soledad cansada
Eras el último hombre honrado que sobrevivía alegre
Eras aquel sentido sembrador de amorosas pasiones
En mitad de la vida se me escapó tu cuerpo
Como un frutal cargado soleado y cuidadoso
que me heredó sus mangos en lo más débil del alma.
Sin querer ofender
Por qué va a entristecerte el no ser poeta
Terrible sufrimiento el serlo
Sagrado —es verdad—
pero terrible
Tú eres un hombre bello
como no he conocido
porque vives lo bello
No te amedrante el no tener
una belleza más
entre las que posees
Ser poeta es más que un destino literario
Tú lo sabes
Entonces por qué —me pregunto—
esas flores de papel descolorido y sin gracia
a la salida de tu barrio de ensueño
Lola Jattin
Más allá de la noche que titila en la infancia
Más allá incluso de mi primer recuerdo
Está Lola – mi madre – frente a un escaparate
empolvándose el rostro y arreglándose el pelo
Tiene ya treinta años de ser hermosa y fuerte
y está enamorada de Joaquín Pablo – mi viejo –
No sabe que en su vientre me oculto para cuando necesite
su fuerte vida la fuerza de la mía
Más allá de estas lágrimas que corren en mi cara
de su dolor inmenso como una puñalada
está Lola – la muerta – aún vibrante y viva
sentada en un balcón mirando los luceros
cuando la brisa de la ciénaga le desarregla
el pelo y ella se lo vuelve a peinar
con algo de pereza y placer concertados
Más allá de este instante que pasó y que no vuelve
estoy oculto yo en el fluir de un tiempo
que me lleva muy lejos y que ahora presiento
Más allá de este verso que me mata en secreto
está la vejez – la muerte – el tiempo incansable
cuando los dos recuerdos: el de mi madre y el mío
sean sólo un recuerdo solo: este verso



















