Laura Gilari

[Laura Gil Arias] Estudiante de la Universidad de Los Andes
Carrera/s: Literatura.
Fecha de nacimiento: 21/09/2004.
Publicaciones: en 2023 publicó su primer poemario: Primera tragedia: celosía cristata, con la editorial independiente Escarabajo Editorial.
***
Los recuerdos humedecen de noche y ahora son cuervos
caen a mis pies heridos
yo los empujo
detrás de mi ternura y me enfrasco en otros nombres
pero
me perfuman de noche con el olor a inocencias podridas
pero
tarde o temprano la muerte viene y se embriaga conmigo
pero pero pero
yo soy un cúmulo de peros que se acartonan al fondo de mis suspiros
mi cielo es una ventana rota
que me mira sin buscarme
hoy hay sangre y no sé dónde
¿Ayuda?
Ayuda.
***
Mi tristeza se desliza de mi boca y tiñe tus labios
de violeta
al caer
compras los colores que llevo archivados
entre los dientes
y los muerdes uno a uno
tú, tan aficionado al sabor
por dejar de querer
en escala de grises
yo, con esta biblioteca de azules
de los que ya no soporto
escupir tinta.
***
Necesito limpiarme de ti
antes de usarme de nuevo.
***
Desliza tu lengua como un bisturí
por mi espalda
separa los nervios de mis huesos y
encarna tus dientes
despacio
ven
arráncame la espina dorsal
de una mordida
ven
ábreme
y sácame de aquí
***
tengo diecinueve
y mi nueva vida está colgada en el armario
esperando la mañana después de la guerra
en la que el sol salga, bese mis pupilas
y yo decida vestirla para ir a desayunar
un plato diferente
cambie angustia cansancio confusión
siempre guardados en la nevera y
precalentados para comer
por un poco de curiosidad recién
salida del horno y un batido de entusiasmo
con pequeñas rodajas de fé de que aún
puedo hacer algo conmigo misma
pero no sé usarla
me rehúso a mirarla y ella se empolva
tras las puertas de madera
en las que arrincono
el sabor a pasado
que nadie quiere
volver a probar de mí
no lo ves
no sé cómo cambiarme de vida
cómo podría ponerme una nueva encima
vestirme de hoy o de mañana
si la piel que uso aún lleva
la suciedad de ayer
por todas partes
antes quisiera llamar a la limpieza
que volteen mi piel de adentro hacia afuera
la pongan en remojo y a lavar por dos o
tres ciclos
debo de estar segura de que no quede
rastro de nadie a quien acusar
de lo que ha pasado conmigo
así, colgarla en el alambre
de los nervios
en mis ojos
y dejar que seque al sol
el aire y el color que vea en ella
después de haber olvidado
los relojes que le froté encima
me recordarán
que aún sigue siendo útil
para llevar
solo así
podría atreverme
a descolgar mi vida del armario
y usarla por primera vez
***
Hay libros
llenos de fantasmas
en la biblioteca
de mi cerebro
que quiero sostener
sobre una cerilla.
***
en medio de la cocina
el vapor del aire se tiñe
con el amarillo vencido del refrigerador
veo mi reflejo en la puerta del microondas
y volteo la mirada
enredo el ruido que hace mi vergüenza
con el susurro de los huevos fritos sobre el sartén
sé que lo pensarían
la angustia se revuelca sobre mi lengua
cae por el agujero de mi garganta
y hace nudos
con mis cuerdas vocales
yo trago saliva tratando de suavizarla
e inhalo
como si fueran dos bolsas de plástico
lo que protegiera mis costillas
mi nuca se marchita y mis pupilas
resbalan con la suciedad del suelo
no hay indiferencia en el mundo que pueda ocultarlo
«el mundo ha dormido en su rostro»
«¿Qué crees que la haya consumido tanto?
¿el afecto que nadie está dispuesta a darle
o que conserve su vida como si tenerla
fuera un favor para alguien más?»
«Ella no duerme, ¿no?»
«¿Quién podría dormir siendo tan extraña
y estando tan sola?»
«casi daría pesar si fuera más agradable»
«a mí me da un poco de pena…
a veces las palabras se le tropiezan
como si no pareciera saber cómo hablar
con las personas o cómo
mirar las cosas…
es casi como si no estuviera segura de que debería
estar aquí»
levanto el rostro de nuevo y el reflejo
me aruña la mirada
veo el buzo que me traje de papá
caer sobre mis hombros angulosos y afilados
por los huesos que he dejado marcar
tan ancho y jamás lo suficiente
para ocultar mi desesperación
sirvo los huevos secos en un plato de plástico
el humo gris se esparció por el comedor vacío y hace que se derrame sobre mí
el olor de las cosas quemadas
un ardor me cubre los ojos y me provoca
arrancarme la vergüenza de mi piel
con los dientes
Apoyo mi frente sobre la repisa de la alacena
yo no soy… eso
El pensamiento me aprieta los ojos
es solo que las líneas a veces
se vuelven demasiado borrosas
para cruzar la oscura distancia
que existe entre lo que soy
y yo misma.
***
Dios,
abrázame
hasta que mis huesos
estén listos para una cama
y no una tumba.
***
La primavera aún florece dentro de mí
aunque haya cortado todas las flores.
***
Mi cariño
no es una recompensa
mi cuerpo
no es una disculpa


















