Darío Sánchez-Carballo
Poeta y arquitecto. Profesor universitario. Magíster en Humanidades: Arte, Literatura y Cultura Contemporánea de la Universitat Oberta de Catalunya, España. Estudios de maestría en Intervención del Patrimonio Arquitectónico y Urbano de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Argentina. Ha dictado talleres de literatura en diversas regiones de Colombia. Fue fundador y director del periódico de poesía El Aguijón, ediciones monográficas. Fundador y director de la revista de arquitectura y poesía Cúpula. Colaborador de las revistas Babab, de España; La Pecera, de Argentina, y de La Otra de México. Editor de varios libros de poesía. Representante de la sca regional Meta la Comisión Nacional de Patrimonio. Ha publicado los libros de poemas 49 habitaciones (El Zahir, 2009), Retrovisor (Unillanos y Ulrika Editores, 2015) y Materia oscura. Poemas cuánticos (Unimeta, 2018-2021). Recientemente sus poemas han aparecido en las antologías De seis pisos (Unillanos, 2020) y Todos los lugares, toda la luz (Entreletras, 2022). Premios recientes: Premio Departamental de Poesía del Meta, 2016, y Premio de Incentivos en Literatura corcumvi, 2020.
Poemas de Darío Sánchez-Carballo
Del libro 49 habitaciones
1
Ella es como una muñeca rusa
Siempre tiene una excusa por dentro
A su vez otra
Adentro.
Se parece a mi nevera
Donde sólo hay instrucciones y por supuesto
Hielo
Con más hielo adentro.
19
El punto donde convergen tres planos
esa esquina donde ni el dedo
de un niño llega
ese más íntimo rincón
alejado de las moscas.
Así eres conmigo
por cosas como éstas
odio las metáforas.
Del libro Retrovisor
Matrona
De su belleza y su fuerza
ambas reprimidas
se conserva la manera de abrirse paso
de fundar lo infundable en el almuerzo
de corregir el cómo encender el hogar
en una chimenea
el fuego para incinerar sus muertos.
De aquella belleza y esa fuerza
por siempre reprimidas
de allí venimos.
Patrimonios
No hay más que dos grandes conquistadores del olvido de los hombres:
la poesía y la arquitectura.
John Ruskin
Aquello que camina no es el traje o la camiseta
es el espacio en el espacio
lo intangible del nervio
fluyendo en un tiempo que es paisaje.
Es verdad ya lo hemos dicho.
¿importa?
Lo transitable
no son los revoques ni los techos
es el estornudo ante el polvo de lo ahora inquieto
la mirada que se detiene frente a la dimensionalidad
de ese pálpito que fue uno con nosotros
incesante golpeteo creciendo en las grietas verticales
de nuestras piedras
allí, en esos intersticios se derrama agua, musgo
se expele memoria agria, todo lo que fuimos y quisimos disimular
como quien con vinilos quiere entretener
al tiempo en las paredes.
Crece el ocre que hiere a la muerte
existe el olvido gracias a la pátina que lo menciona
así también el olvido es decir:
¡yo perduro!
¿importa?
Retrovisor
A Lola, mi madre muerta
Lola va en el asiento pero el asiento está vacío
el agua de su cuerpo es sudor
ascendente humedad en los cristales.
Ella piensa en su futuro mientras se mira en el retrovisor
de un viejo Ford en aquel ahora de los años setenta
entretanto yo me detengo en su recuerdo
en esa lámina quebradiza que brilla frente a nuestras pupilas
vuelvo a tocarla
para luego alejarme en la prolongación de su mano que es la acción
del filo sobre un pedazo de carne
de la caricia sobre el marido y sus hijos.
Allí continúa el espejo donde vio el momento
de sus ojos en sus ojos a lo Borges
ese cristal que repitió tantas veces el sonido
de la máquina que cosía nuestras vidas
mientras su mente sólo trataba de huir
del sólido cuajo del deslumbramiento.
Permanece único el reflejo sobre un vidrio
a lo mejor intuyó este lugar
de su posterior nada
de su ulterior sangre que escribiría esto
que poco sabe sobre ella misma
y esa sonrisa coqueta que se fija
en aquel instante de los años setenta
va hacia un territorio de la ficción
donde seguro hará el amor.
Después se gestará un prolongado silencio
fileteado con el hilo de esta única y elemental palabra
escrita con exhalaciones en el retrovisor de ahora
en este sucesivo y ya descosido presente.
Crujir de huesos
Pasa cuando trato de escribir algo erótico
para recordar lo bien que la hemos pasado
que doy y doy vueltas
buscando la imagen apropiada
algo inteligente para disimular
al animal en el poema.
Pero la verdad es que mis dedos
están débiles por la tremenda fuerza de tu pelvis
que casi los parten
duele un poco tu sentido del placer.
Justamente este devaneo de poema
es tan solo el instante posterior
donde lo único seguro a germinar
será de nuevo
el crujir de estos huesos.
Gracias a dios no soy pianista
habrías acabado con mi profesión.
Del libro Materia Oscura
Geometría
Sobre el círculo, la geometría clásica anuncia que Pi es su número o de su centro una línea llamada radio, o la misma línea por dos: diámetro
Pero en verdad, un círculo no es un círculo sino mínimo cinco esferas:
1. El borde de afuera de lo que se ve
2. El borde de adentro de lo que otros ven
3. El círculo que yo veo
4. El círculo que se quiere mostrar
5. Sobre todas las geometrías el círculo que mira con buenos ojos la desnudez de un cuadrado y ve una redondez perfecta.
Lo que va llegando cada mañana de las galaxias
Soy el perro de luz agitado, estremecido
bajo un tetraedro construyo mi nombre
no me confundan con las palabras de la filosofía
pues al nombrarme solo soy la cosa pronunciada
como todas las «cosas».
Díganme perro de luz que escribe y nombra otras entidades
díganme óleo, performance, tintas de pulpo
afilo cada letra con el brillo que aparece entre los árboles
lo que va llegando cada mañana de las galaxias
El espacio detrás de la almohada
Un territorio forzando a migrar
eran todos viejos, incluso los jóvenes, y buscaban a uno de ellos en
otro país
por estar con la mujer equivocada.
Pero detrás de la almohada estaban los libros, como si fuese una
biblioteca
tiras de tela. Holográfico es el mundo
ALMOHADA
Había tantas almohadas en el hotel y el bar subía su tono
los libros eran más espesos en la boca de todos
lo sabían los teléfonos celulares
no nosotros pastosos, ni París, ni Menelao
la hora del sexo con el sabor que me esperas en diez minutos en tu
cuarto
no, mejor en el mío
edredones y algo de licor.
Además estaba el movimiento de la tierra
aunque la marcha para otros era la cabalgata
ella se detenía, estáticas las patas de las yeguas.
Pero un concepto del absurdo estaba en el amor hacia el pensamiento
apasionadamente ella sostenía estas ideas
la boca a whisky Helena.
Absurdancia en primera instancia
WHISKY
Su único y gran problema con el alcohol
era la tergiversación del dolor
cuando se lo aplicaba a los labios partidos y dolía al otro día
en el costado izquierdo del cuerpo mientras de cuclillas orinaba
los libros detrás de cada humedad
en la almohada está la biblioteca.