Guido Martínez Carbonell
(Rosario, Argentina). Ha publicado seis libros de poemas: Las marcas ocultas (1981), Poemas de amor y odio (1986), La violencia humanitaria (2007), Sé que hay otra vida (2011), Todos hacemos una ceremonia (2015) y La intemperie del camino (2020). También ha escrito y coordinado diversos libros y notas de arte y cultura. Ha ofrecido conferencias e integrado mesas redondas, festivales y antologías en el país y en el exterior, entre las que se pueden referir Islas al Sur (2019), con poetas argentinos y canarios. Forma parte de la comisión directiva del Teatro «El Círculo» de Rosario desde el año 1992, ocupando la Presidencia en doce períodos hasta la actualidad, donde además de organizar sus temporadas musicales y de artes visuales con centenares de presentaciones, fue el creador e impulsor del ciclo denominado «Poesía en El Círculo», que se sostiene ininterrumpidamente desde hace más de veinte años y en el cual han participado miles de poetas nacionales y extranjeros. Asimismo, prestó fundamental colaboración para que el Tercer Congreso Internacional de la Lengua Española, llevado a cabo en el 2004 en dicho coliseo, se constituyera en un reconocido éxito. Es miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes; de la Fundación del Museo Castagnino + Macro; del Museo Histórico Dr. Julio Marc; Fundador de Ópera Latinoamericana (OLA). Le han sido adjudicado diplomas de honor y distinciones por la Alianza Francesa, Consulado de Italia, Teatro Nacional Cervantes (premio María Guerrero), entre otros. Articulista, colaborador de medios audiovisuales, revistas y diarios, entre estos La Capital de Rosario, que lo declaró personalidad sobresaliente de la cultura en los años 2001 y 2011. Abogado y Escribano de la UNR, desde los 21 años.
Poemas de Guido Martínez Carbonell
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Cuando me esperes
y no me encuentres.
Cuando me busques
y no haya venido.
Así como pasan
los mendigos por las ciudades,
algún día estuve,
cualquier día me habré ido.
……………………
Yo no titulo,
no escribo
poesía, ni prosa,
mucho menos
prosa poética.
Yo no nací
desnudo, siquiera
me visto desde
esta mañana,
no moriré
desnudo, seré
ya otra cosa.
No partí
de Babilonia,
o Persia, China,
India,Grecia, o Roma:
la historia no
admite divisiones,
solo oculta una
línea, su sentido.
Yo no titulo.
No sentenciaré
si el árbol tapa
el bosque o el vaso
está medio lleno
o vacío,
hay bosques
diminutos y vasos
de vacíos.
No oraré
en Jerusalén,
La Meca,
Varanasi o Ise:
Dios tiene la palabra,
Dios, el único Dios
el que está floreciendo.
No diré alguna cosa
cuando comienza
una brisa,
ni citaré
a Parménides,
cuando ha corrido
tanta agua bajo
el puente.
Yo no titulo.
No he visto
a Miguel Ángel,
ni a Van Gogh,
Delacroix o Duchamp,
menos aún los
artistas rupestres,
artesanos o grafiteros,
todos ellos me vieron
y me siguen mirando.
No tengo continente
africano, asiático,
americano
ni europeo,
me desbordan
los océanos
de tus ojos,
los glaciares de
cualquier ausencia.
No optaré por
«roban pero hacen»
o «matan
pero ordenan».
No aparezco, ni
parezco, ni perezco:
el aquí es ahora,
por ahora asumo,
asumo y asumo,
yo no titulo,
como en otros tiempos
todavía me extraña
todo, todavía
te echo de menos.
………………
Por qué te fuiste de mi ciudad?
Te fuiste.
Tan lejos me dejaste, tan solo,
escribiendo poemas de amor
en los baños públicos.
……………………
Pandémico
Abandonados
hasta los huesos,
abandonados de
abrazos y de ayeres,
de ver el largo
camino de la hormiga
como un sueño.
Abandonados
al incierto dictado de
políticos y científicos,
de amaneceres
que amanezcan,
de frescas caricias
que tomen vuelo.
Abandonados a
lo usual de la llama
que no entibia,
a lo inusual
de la escarcha
que deja penas,
a niños para
explicar la historia,
a filósofos y
religiosos sobre
puntos suspensivos,
abandonados sí
por sobre todo y
a pesar de todos
abandonados
por nosotros mismos.
………………………
Inmigrantes
Vení a mis
brazos,
tengo un
territorio abierto,
es un círculo
de suave sol
que alumbra
hombros desiertos.
Vení con
la primera aurora
de Nigeria
o Afganistán,
cuando sincera
el cuerpo desnudo,
la flor, el alma,
la piedra.
Vení a tomarnos
las manos,
en Lampeduza,
o Erzurum,
hoy los umbrales
de Austria abren,
los de Suiza
festejan.
Vení como un
nuevo hijo de
Europa, Asia,
Africa o América,
hoy mi esperma
te enseña,
tu óvulo
me enriquece.
Mirame a tu
lado, mis
brazos están
de par en par,
no amurallan,
ni disecan,
están abiertos
como mi patria,
mi historia,
mi sangre,
como el cosmos
que siempre
nos abarca y
nos debemos.
………………………
Con la cara lavada
el mundo recién
comienza,
y te nace una luz
de muy dentro,
luz de manzana,
de sabor a mar,
o a luna en
cuarto creciente.
Con la cara
lavada los espejos
del lunes te dan
su mejor beso,
transcurren
tan tiernas
las horas que
el sentido común
palidece,
los libros corren
a tus manos,
se encienden
hogares en las
montañas,
porque a ese
rostro lavado
las distancias
no llegan,
sales al shopping
y extraños
te saludan,
por las calles
vecinos te festejan,
escuchas madrugar
los pájaros,
el primer canto
del gallo, el silbato
del tren a las 6
de la mañana.
Muy cerca
de todo vas feliz
con la cara lavada,
salpicada de
flores, con la piel
de la vida
recién descubierta.
…………………
En Miami
yo me distinguí
de todos.
Me construí
una casa única,
con subsuelo
blindado,
para sobrevivir
al huracán.
Me suministré
la más deliciosa
comida,
el mobiliario
de moda,
juegos
entretenidísimos.
Al día siguiente
vi la devastación
del huracán:
árboles, playas,
todo el
menaje urbano
destruido:
sobreviví con el
mayor confort
y ahora
que anochece
en soledad,
me doy cuenta
que olvidé
lo principal:
mis vecinos.
……………………
Ese niñito
de la villa
que va corriendo,
adónde va?
Sus pies
revolotean
un mundo
muy terreno,
casi sin alas,
casi sin letras.
Un mundo
que sus ojos
no recorrerán,
un dormitorio
de amaneceres
ajenos.
No tendrá
mensajes
de amor,
ni películas
en donde ser
un superhéroe.
Solo
cumpleaños
desteñidos,
piñatas
hambrientas,
reyes magos
que dudan en
estar de vuelta.
Su vida es
como un gran
club: ría o llore
al otro siempre
le parecerá
lo mismo.
Ese niñito
sigue corriendo
y correrá
hasta salirse
de la sociedad,
aquella que
lo acaricia
por fuera,
aquella que
lo expulsa
por dentro.
……………………
Curriculum vitae
Me estrellé
en un avión
y sobreviví.
Tuve cáncer
y me curé.
Superé el primer
desamor y
el de hace
un rato.
Amé (y amo)
a mis hijos
desde el
primer parto.
Hundí mis pies
en Luxor,
Varanasi,
Roma,
y New York.
Experimenté
casi todo
en la vida,
a tanta
velocidad
que le saqué
ventaja,
pero todavía,
cuánto
la deseo,
cuánto
me cuesta
comenzar
cada segundo.
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