Gustavo Adolfo Garcés, poeta homenajeado por el 31° FIPB 2023

Gustavo Adolfo Garcés

Para el 2023, el Festival Internacional de Poesía de Bogotá, en su versión XXXI, rinde homenaje al destacado poeta colombiano Gustavo Adolfo Garcés. A continuación presentamos una aproximación a su vida y obra.

El 1 de mayo de 2023, a las 6:30 p.m., en el pabellón de la Alcaldía-Idartes de la FilBo, se presentará la antología de su poesía publicada en coedición por Corpoulrika y el Instituto Caro y Cuervo, con el patrocinio del Ministerio de Cultura, titulada Intento un verso de espíritu leve.

Gustavo Adolfo Garcés

Gustavo Adolfo Garces. Foto: León Darío Peláez, 2012

Gustavo Adolfo Garcés (Medellín, Colombia, 1957), abogado de la Universidad de Antioquia y magíster en Estudios Políticos de la Universidad Javeriana. Ha publicado: Libro de poemas (Editorial Lealón, Medellín, 1987), Breves días (Premio Nacional de Poesía Colcultura, Bogotá, 1992), Pequeño reino (Editorial Magisterio, Bogotá, 1998), Espacios en blanco (Editorial Universidad de Antioquia, Medellín, 2000), Libreta de apuntes. Antología (Editorial Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2006), Breves días. Antología (Editorial Trilce, Bogotá, 2010), Hasta el fin de los números (Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2012), Una palabra cada día (Editorial Letra a Letra, Bogotá, 2015), El muro blanco (Editorial El Aguijón, Bogotá, 2018), Libro de grabados. Antología (Editorial Universidad Javeriana, Bogotá, 2018), En lugar de otros (Editorial Frailejón, Medellín, 2020) y Tiempo lento. Antología (Editorial El Taller Blanco, Cali, 2021).

Poemas de Gustavo Adolfo Garcés

Hallazgo

La noche

habla
todas
las lenguas

Origami

Todo el poema
es de papel

Rumor

El silencio
de la brisa
poda la encina

Madrigal

El día aguarda
una palabra tuya

Oración

La sombra
de la higuera
en la mezquita

Pueblo

El perro
y el buey
no tienen
dueño

el mirlo
escarba
en la basura

aquí fue
la matanza

Infancia

Era el velorio
de tu padre
muchacha

y yo sólo
veía tus trenzas

Eso te cuento

Te mueres
en la página 63

unos pasos
atrás
al lado
del camino
están
los tilos

cada uno tiene
decías
su rayo
de sol

en quince
minutos
hubieras
llegado
al pinar

Belchite

El herrero
tiene buen
corazón

a ratos
maldice

son
muchos años
en la forja

disfruta
el bullicio
de la vida

una mujer
le sonríe

y entonces
los ojos
le brillan
de regocijo

pura
embriaguez

Ciervo

Nunca
ha llegado
un ciervo
a mis poemas

el más
cercano
se quedó
en los arces

pastó
junto
al arroyo

toda
la tarde
estuve
mirándolo

Glosa

Un muchacho
rastrilla
el jardín

la colonia
de insectos
es un país
en ruinas

Cóndor

El patio
del burdel
linda
con el
cementerio

el huerto
comunal

y un muro
de piedra

hasta aquí
baja
a ratos
el cóndor

Reencuentro

Otra vez
el dragón

su fuego
de extraños
caracteres

el resplandor
rojizo
de la mañana

Águilas

En esta
aldea
aciaga
todas
las aves son
agoreras

Oda

Julián
del Casal
camina
hasta
la peña

mira
la luz
de sus
muertos

bendice
la vida

escucha
la urdimbre
de rumores

no yerres
pájaro
dice
para sí

Raymond Carver

La
enfermera
del asilo
visita
el aserrío

se toma
su tiempo
en hacer
nada

huele
puñados
de viruta

se va
sin despedirse

Mudanza

Este
poema
es tierra
extraña

del otro
no quedó
palabra
alguna

Niebla

Difícil
lograr
el tono

la
palabra
exacta

la
cambiante
precisión

Infancia

Ver

por
vez
primera

polvo
en un
rayo
de luz

Nieva en Caracas

Para Eugenio Montejo

Fuera
de sí

sin saber
dónde
se hallan

las
palabras
se hilvanan
blancas

Madrugada

Otra vez
en la esquina
el hombre que habla solo

no sabemos
a dónde mira
su zozobra

ni qué tanto
enfría el viento
su cuerpo sin abrigo

no hay una barca
que lo saque del fragor

ni una silla
en que su vida pierda peso

está solo capeando
el temporal

El burro

Bajo el sol de marzo
junto al mar
el burro agoniza

no sabemos
si la muerte
lo apremia

hay pájaros
y nubes
y mujeres con cestos
repletos de legumbres

tal vez un ángel
lo espera

se le acercan
las lagartijas
y la sombra del pino

está próximo
a entrar por el espejo
y a que le crezcan
alas

giran los buitres

Viaje incierto

Hablar al aire

en una lengua
que no llegó a ser
cosa común

Para que cantes

Para que cantes
muchacha
toco la cítara

tu voz mitiga
la ruina de la casa

y trae de nuevo
los sueños
y el convite

por ella
hemos esperado
tanto tiempo a la puerta

Amanece

Oigo el susurro
del amanecer

el paso
vacilante
de la luz

de nuevo
se enciende
la sangre

Encuentro

La veo de repente

como el personaje
de un libro
que hubiese abierto
al azar

se voltea
y me mira

nos sonreímos
aturdidos

como si el día fuera
un mensaje
imperioso

Jardín

Mirar el jardín

la inscripción
de una sombra
en la piedra

una flor
gris azulada

los ojos astutos
de un pájaro

todo
consagrado
tal vez
a ocasionarnos
pequeños
estremecimientos

la vida ocupada
en la costumbre
de la luz

Sepelio

El sol
y el gato
estaban también
en el sepelio

y el viento
y el caballo blanco

el muerto
mira ya
hacia otra parte

Cuaderno

Una palabra
cada día

la montaña
vuelta sombra
en el río

el exilio rojo
del poniente

los hábitos
que siempre
tienen que ver
con los errores

las luces
que no se apagan
en la memoria

un muro
en medio de la vida

lo que no se sabe
y lo que no se dice

Devoción

El hallazgo
lo hizo lento

fue casi amable

pasó por alto
muchas opiniones

nadie creería
que fue un ser
atormentado

cauteloso
con su devoción

Zen

Todo está al servicio
del milagro

Puerto Casabe

Redes secándose

olor a pescado

muchachas

y los muertos
que bajan por el río

Lila

En la sombra oscura
del pino
una lila blanca

nube pequeña
en su cielo de tinta

Infancia

Elevar una cometa
nos hacía casi
transparentes

Víctor Gaviria

Miro otra vez
los jardines
del barrio

los ancianos
toman el fresco

para los ojos
todo es vecindad

Grabado

En un jardín

a la luz de un farol

junto a un dragón
de hierro

un anciano lee

cae una hoja

el lector sonríe

y se dibuja
borrosamente
una lámina

no podemos ver
el resto

al lado
hay un camino
que nos es prohibido

todo es secreto

Oración

En la carreta
que remolca el buey
van las montañas

Final

Ningún verso
vendrá a buscarnos

140

Llegas al alma
por el esplendor
de lo inútil

y entonces
las palabras
se hacen
ciencia

262

La fatiga
del espantapájaros
me conmueve

es claro su deseo
de que las cosas cambien

está cansado

quiere evadirse

todo le sirve de excusa

271

Juncos
flores
agua
pájaros

la vida
no parece dura

ni las piedras

360

El deseo

tiene más dedos que el verso

431

El primer verso no lleva
a ninguna parte

de qué se hace eco
el segundo

el tercero es un límite
que asusta

el cuarto sólo
una pregunta

el quinto cuesta verlo

el sexto se parece
a la soledad

el séptimo y los restantes
son un lugar imaginario

439

Las formas
que no llevan
a la verdad

son la verdad

495

Nada me importuna

pareciera que el mundo
es capaz de curarse

las almas se hermosean
ahora que hemos envejecido

todos los que soy
se unen en sosiego
y reluce con el vaso
mi pobre vida atareada

veo como en un sueño
los tejados

converso en silencio
con mis muertos

560

Desde la ventana
miro el muro

la enredadera

los tejados

las palomas

son ya
de la casa

585

Lo que lleva dentro
son palabras

sabe muchas

pugna por una

839

De la misma familia
las rosas

las violetas
y el hecho de morir

Las palabras

¡Ah! las palabras
que se las dan de exactas

las que se sienten
de mejor familia que el silencio

Pájaro

Aparte
de todo

tiene la virtud
de volar

Visión

Es más claro el cielo
en el arroyo

El fontanero

Para Jorge Cadavid

Como volando
llega el fontanero

con sus llaves
abre cierra
afloja y aprieta
mientras canta

de pronto
suspende la melodía
para decirnos
cuáles son las hembras
y cuáles los machos
del hormiguero
que se inunda

País

Poco sabemos

poco recordamos

todo fue contienda

El ángel malo

El primer verso tiene carta blanca

el segundo un hambre devoradora

el tercero es un animal enorme

el último verso excede nuestras fuerzas

El tiempo

Se supone que algo hace el tiempo

que anda dicen unos

otros que vuela

otros que depende de la ocasión

que de tiempo en tiempo es una cosa

y otra muy distinta intempestivamente

estos versos fueron escritos a intervalos

Fortaleza

Para impedirte el paso
tendría que levantar
el puente levadizo

siempre
que la excavación fuera profunda
y circundara la fortaleza

pero qué hacer sin foso
sin puente
sin castillo

El difunto

El difunto llegó en la noche

tranquilo
sin solemnidad

se quedó horas mirándonos

dice que sólo puede vivir
en esta tierra

Mala espina

Por decir la rosa
sangro y fracaso
con esmero

Qué cosa mira

La vela
el mástil
la verga
el viento
el perro
la liebre
la escopeta

qué mira Hemingway
en la foto del Larousse

Estrellas invisibles

Hay noches
en que uno descubre
la escalera
la puerta
y la cerradura

pero la habitación
sigue siendo secreta

Pupema

Qué habrá sido de Pupema
el alcohólico
el vagabundo
que delirante nos contaba
de una noche de guerra
en la que tres soldados
con las cabezas vendadas
jugaban al dominó
mientras el capellán
y los músicos del regimiento
cantaban y se emborrachaban
y un soldado enemigo
amarrado a un árbol
miraba el lodazal

Que habrá sido de Pupema

Los esqueletos

Al parecer
los esqueletos
se arman con huesos
de gente muy pobre

personas que nunca tuvieron
dónde caerse muertas

Dificultades de la poesía

La idea era
beber un poco
ponernos alegres
pero nos emborrachamos
en exceso
y lo que hicimos
fue tener una opinión
demasiado buena
de nosotros mismos

Mediodía

En lo alto del andamio
almuerza el albañil

el viento agita los tablones
y quién sabe qué cosa
excita el apetito de los gallinazos

que parecen más bien almas de Dios
ángeles negros cuidando a su muchacho

Abuelo

En las noches
por el ruido
de tu respiración
te sabíamos
presa de fantasmas

pero los mediodías
te llegaban
con un calor dulce
y dormías como un ángel

con quién sueñas
Francisco
ahora que llevas
tantos días de siesta

Mis amigos

Tuve un insomnio feliz

pasé la noche en vela
pensando en mis amigos

increíble tanta risa
en la memoria

Li Po

Ebrio
caminé por el bosque
hasta llegar al riachuelo

llené el cuenco de agua

se salieron todas las estrellas

El poder

Qué lograrás
con ascender
hasta ese cielo
que sangra

Libro de grabados

Me detengo en la página
de la rana
y creo sentir
su sangre fría

* * *

Intento un verso
de espíritu leve

un poema bello
como un insecto

Infancia

La infancia
regresa en silencio

siento que me aprietan
las manos de mi padre

Blanco

El blanco lo aprendí
de las enaguas

* * *

La antena que trae
las noticias de la guerra
está llena de pájaros

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