José Inácio Vieira de Melo

(Alagoas, Brasil, 1968) Alagoano radicado en Bahía, es poeta, periodista y productor cultural. Ha publicado ocho libros de poemas, entre ellos Siete (2015), Entre la vía y la estrella (2017) y las antologías 50 poemas escogidos por el autor (2011) y El galope de Ulises (2014). Organizó el Concierto lírico a quince voces – Una colección de nuevos poetas de Bahía (2004), Sangre nueva – 21 poetas baianos del siglo XXI (2011). Hace parte de varias antologías en Brasil y en el exterior. Coordinador y curador de varios eventos literarios, como la Plaza de Poesía y Cordel, en la 9a, 10a y 11a Bienal del Libro de Bahía (2009, 2011, 2013), en Salvador, el Cabaret Literario, en la I Feria Literaria Leer Amado, en Ilhéus (2012), y la Flipelô –Fiesta Literaria Internacional de Pelourinho (2017, 2018, 2019). Es convidado, con frecuencia, a eventos por todo Brasil y en el exterior. Recientemente, estuvo en la Ciudad de México para participar del VIII Festival de Poesía Las Lenguas de América, representando a Brasil y a los países de lengua portuguesa. En Cartagena de Indias, Colombia, participó de los festivales de poesía XXII Festival de Poesía de Cartagena y Sílaba de Agua – Fiesta de la Palabra y las Artes. Entre los premios conquistados a lo largo de su trayectoria, se destacan el Premio El Capital 2005, con el libro La tercera romería, y el Premio QUIÉN 2015, de la Revista Quién, de la editora Globo, en la categoría Literatura – Mejor Autor, con el libro Siete. Tiene poemas traducidos a los siguientes idiomas: aleman, árabe, español, finlandés, francés, inglés e italiano.
Poemas
LA INFANCIA DE CENTAURO
Vengo del caos primordial.
Caminé por los campos de oscuridad
(caminos que no conozco).
De ese tiempo sin memoria
nace la conciencia de los días
(Como no sé, invento).
Fantasma de arcilla,
Necesito una amalgama
y que tus ojos me afirmen.
Soy un centauro escarlata
y galopar en la infancia
Es mi metafísica.
FUNERAL
Atemorizante suena la campana.
La muerte, con sus trajes y alfombras.
sensacional, protagonistas, en caracoles,
enormes multitudes tan cargadas
de voces que desembocan en los cementerios.
Expuesto al dolor de aquellos que están suspendidos,
otros símbolos comienzan a florecer:
rosas blancas reaparecen en los recuerdos.
Los pájaros de la noche están en el viento
voces que vibran en el silencio,
tumulto en la frialdad de una lápida.
En la agonía de vivir, todo muere.
Y se desarrolla el misterio de la vida,
en la muerte, nuevas vidas en momentos.
XII
Sertão, cartilla y diccionario
que atrapa el aliento de ser
y atar las aguas del momento
que se me escapó de la memoria.
Sertão, una cosa espiritual:
El nombre incrustado en el núcleo.
En Sertão, el principio del enigma,
el galope en el remolino
y en las alforjas de cuero grupa
bordado con la llama del amor.
Sertão fomentando el primer conocimiento …
XXI
Las estrellas comparten
Los secretos de las cartas.
Escudo misterioso del ser,
Las palabras están embarazadas.
En silencio peleo la lucha vana.
Busco la mano derecha de Devar que,
cortado por cuchillas de cabralina
en el corral de Ribeira do Traipu,
se despidió de su cuerpo.
Y de su boca, palabras calientes.
La mano izquierda sostenía la muñeca derecha.
de donde vino, instantáneo,
una sangre dolorosa se alzó.
Dolor de Devar
y tu puño
El arte vino.
Y debajo de un árbol de mezquite,
allí en Ribeira do Traipu,
La mano derecha de Devar cava el suelo,
prepara las siete manos y espera el cuerpo
que deambula perdido por las tierras de Alagoas.
XXIII
A las cinco de la tarde,
en el cielo de Pedra Só,
un caballo emerge de las nubes
y aúlla a la luna.
A las cinco en punto,
en la granja Pedra Só,
La luna es el ojo del dragón.
Y la chica de jorge de lima
es enorme, enorme
y se traga la luna y consigue
más pequeño, más pequeño.
Pero sigue cayendo
en una disolución sin fin
hasta que te conviertas en Alice.
Y allí mismo, un alce.
Es allí,
El gallo de Abraham el Bautista
en una lucha feroz
con el buey de Patativa.
A las cinco de la tarde,
en el reino de Pedra Só,
Federico García Lorca
montado en un corcel de algodón
clava su daga de plata
a los ojos de la oscuridad