Mariate Forero
Escultora, ceramista, poeta, profesora, madre, mujer. Mariate encarna un particular ser profesional cuyo trabajo y experiencia de vida ha significado un rompimiento con lo convencional y un mágico encuentro con lo asombroso para quienes hemos tenido el privilegio de su compañía. Profundamente comprometida con las palabras y su accionar en la cotidianidad escolar, halló en los Whitman, en los Machado, en los Bachelard, en los Marleau-Ponty, en Serrat y todos sus autores y mil autores más, en la Beauvoir (solo una), en los fantasmas parlantes de su infancia, en el abrigo de la arcilla que nunca calla, y en las risas de los niños y en los niños sin risa, un lugar propicio para pensar, decir y mal-decir de la escuela, solo para acecharla, interrogarla, transformarla y obligarla a crear y re-crear los espacios y los tiempos para la diversidad, para que ningún niño o niña se sienta distante, intruso o ajeno. Tan incómoda como visionaria, se rehusó a la ausencia de “los otros”, de los excluidos de la escuela como si su necesaria presencia garantizara una versión más humana de este encuentro social. Con inusitada anticipación se lanzó hace más de veinte años al encuentro de nuevos escenarios y nuevas maneras de pensar la escuela: la escuela arte, la escuela diferencia, la escuela risa, la escuela acogedora de todos los rostros. Surgieron para y desde entonces investigaciones y propuestas que albergaban la expresión creadora de los niños con retardo mental; la revaloración cultural de las personas con discapacidad, los ambientes alternativos de aprendizaje, el encuentro con el cuento, el encuentro con el juego, el encuentro con la ciencia, los festivales, las danzas, la pintura, los escondites… María Teresa Forero, Mariate, profesora, maestra, educadora, quizás sean las únicas palabras precisas para describir una vida dedicada a encontrar sentido a las palabras y a las acciones.