Rosaura Mestizo Mayorga
(Suesca, Colombia). Poeta, cuentista, abogada y pedagoga. Ha colaborado en gestiones institucionales del Festival Internacional de Poesía de Bogotá y de las Jornadas Universitarias de Poesía de Bogotá, eventos organizados por la revista de poesía Ulrika. Publica con el colectivo La casa del vino (poesía, 2005), Semiótica del silencio (poesía, 2007), Ríos paralelos. 7 poetas latinoamericanos contemporáneos (Ulrika editores, 2013); Finalista, Antología Internacional –Asuntos del sur– (prosa poética, Buenos Aires, Argentina, 2013); en-RED-ados, Antología poética (Madrid, España, 2014); Lecturas Urgentes de Poesía, Antología II (Santiago de Cali, Colombia, 2015); Finalista del I Certamen Internacional Toledano «Casco Histórico» (poesía; Toledo, España, 2012). Finalista III Concurso Nacional de Historias de amor (relato; Timbío, Cauca, 2012). Primer puesto en relato «Arteusaquillo» (Bogotá- 2013). Publica en revistas nacionales, internacionales y digitales. En 2021 publica El silencio de la caoba (poesía). Tiene en preparación Cinco voces mil historias. Antología profesoral: pasos y contrapasos (narrativa).
POEMAS DE ROSAURA MESTIZO
Día
El día
es un potro
en el que cabalgan casualidades
hasta aquellas que declinan en la nada.
Ahí me veo
ahí oscilo
domesticando una piedra.
Íntimas
Íntima
una sábana desprovista de sentencias
Una almohada
Custodia de confesiones
Una sábana el camino de un milagro
Una almohada
El acto forastero del oasis
Una sábana puede ser la ciudad asolada
Una almohada
El vértice de una tarde entorpecida.
Las dos callan y entre burbujas de agua,
restregan el olvido.
Tragicomedia
El día despierta despeinado
como una mujer con labios de sed en invierno
como una mujer trenzada al pasado,
suspendiendo mil quehaceres
en el vientre de un armario heredado.
El día también va despertando,
como la niña que juega a callar
una lluvia de piedras.
El día comienza sin rumbo
Mas
Ella y él, cautelosos sonríen
de nada
frente al espejo.
Suspenso
Como el tiempo talla el techo al enigma,
La vida pasa por el ojo de una aguja.
De repente
Sin importar
sus hilos
La lluvia o la noche.