Melibea
Poeta colombiana. Literata egresada de la Universidad de los Andes, con mención de honor en su tesis creativa, Respirar es habitar el cuerpo.
Poemas de Melibea
Corren por mis venas las raíces de un árbol frondoso.
No conozco su copa.
Mis pensamientos trepan por sus ramas.
Algunos no regresan.
Las raíces de este árbol suben y bajan, palpitan.
No son rojas ni azules.
No necesitan tierra.
Lo que antes parecía inacabable,
hoy permite que el sol ilumine sus fronteras.
Nada es infinito.
En el ciclo que nos mueve, el fin llega y tal vez vuelva el comienzo.
Hoy sé que este árbol durará más que yo sobre esta tierra
y también sé que caerá sobre su propia sombra.
Todas las estrellas se apagan.
Cada nube es un aguacero
y cada aguacero el fin de una sequía.
Recuerdo la casa de mi abuelo, la casa de mi abuela.
Recuerdo todos los lugares en los que he vivido.
Cierro los ojos y los recorro. Siento su luz.
Mis ojos infantiles miran estos espacios, ahora imaginarios.
No puedo asirlos, flotan. Estando ahí, se esfuman.
Descanso en mis recuerdos. Mis raíces me cobijan.
Desde que nací, estoy,
y aunque cambio
todavía me reconozco.
Busco mi reflejo
en la superficie del silencio.
Me recorre el aire.
Soy caracol, tortuga, libélula,
un desván sin telarañas
un temblor, una tormenta.
Tengo esqueleto,
me palpita el corazón
y un hueco en la cabeza
oculta el laberinto donde el infinito empieza.
Multiplicada estoy,
me sumo cada día,
hago restas con la muerte
y por nada me divido.
El espejo es mi enemigo.
Prefiero observarme en un sueño
o entregarme al olvido.
Quiero reencarnar en cactus.